“Los cinco se escapan en bici por La Armuña una mañana de Nochebuena”. Sí amigos, este podría ser el título de una nueva aventura escrita por Enid Blyton, pero tan sólo se trata de otra salida más del grupo “La Pájara”.
Y es que para celebrar la Navidad de 2011 decidimos hacer nuestra quedada en el edificio de Cruz Roja a las 9:45 en la fría, pero soleada mañana del 24 de diciembre. Sólo se ausentó Alex, que estaba obligado a hacer la “Mañanabuena” de “Nochebuena” en su bar. Se le comprende.
A la hora prevista los asistentes en el punto de partida,
Fernando, Paco Sánchez, Juan Miguel, José Manuel y con un poco de retraso el
reincorporado Paco Martín. No me extraña que llegara tarde, aún no consigo
comprender como metió su viejo pantalón plagado de “bolillas” debajo del nuevo
culote corto.
Comenzamos la ruta dirigiéndonos al Helmántico por la
carretera. Desde allí por la vieja N630 hasta las inmediaciones de Aldeaseca,
entrando ya en la comarca de “La Armuña”, cogemos un camino a la izquierda de
la carretera. Cruzamos Aldeaseca y los chalets colindantes enfilando ya el
camino que nos debe dirigir hacia Castellanos de Villiquera. Primeros toboganes
que afrontamos a buen ritmo. La mañana parecía muy apropiada para la aventura
ciclista.
Cruzamos Castellanos de Villiquera y cogemos otro camino
para dirigirnos a Calzada de Valdunciel por el “Iter ab Emerita Asturicam” más
conocido como la vieja Vía de la Plata que unía Mérida con el entorno minero de
Astorga. Estuvimos dudando si hacer fotos junto a los vestigios vinculados a la
calzada romana, pero finalmente desistimos, pues ya estaban en otras de
nuestras crónicas.
Cogemos el camino a la derecha siguiendo las indicaciones de
nuestro router “Fernando” para dirigirnos hacia Forfoleda. Las roderas del
camino nos marcan las primeras dificultades. Abrimos la primera “portera” y
aprovechamos para hacer las primeras fotos en medio de “la nada”. A la
dificultad del camino se une el frío viento del Este, que nos comienza a azotar
de costado. Una ráfaga debió afectar al GPS de Fernando que enloquece y nos
dirige por donde no hay camino, sino campo, vacas y un paisano con un tractor que
nos orienta un poco.
Tras cruzar por una finca “campo a través”, saltamos sin
consecuencias el alambre de espino y ¡por fin! de nuevo el camino, la aventura de “Los cinco” continúa. Además el
camino es más bonito y el viento nos da “de espalda”, las sensaciones mejoran.
Nuevas fotos en el terreno quebrado junto a las vacas.
El camino y su entorno siguen mejorando, llegamos al paraje
conocido como “Casablanca de Arriba” y un paisano nos da nuevas indicaciones,
además de hacernos más fotos. Eso sí, nos dice que lo bonito está “hacia arriba”.
¡Hay que joderse!, siempre hacia arriba. Pues eso hicimos, ir hacia arriba. Nos
adelanta un grupo de “quads”. El paisaje entre encinas y jaras ¡Maravilloso! Juan
Miguel grita ¡Basta!, pero nadie le hace caso y seguimos subiendo. Paco Martín ve
en la cima su objeto para trepar. Repostaje de líquidos, frutos secos y más
fotos.
División de opiniones para decidir por dónde bajar. Juan
Miguel y Paco Martín proponen bajar por donde vinimos, Paco Sánchez y Fernando
buscar alternativas y yo me abstengo. Al final la hora nos invita a no
complicar más la ruta y decidimos dar media vuelta. Descenso pronunciado hasta
llegar a Forfoleda. Cruzamos el casco urbano y comienza el sufrimiento. Camino
en dirección Este contra los 25 Km/h de “Don Eolo”. Me “atrinchero” entre Paco Sánchez y Fernando tratando de pasar
desapercibido: estos dos van “muy finos” ¡Menos mal! Juan Miguel y Paco Martín
vienen por detrás descolgados y sufriendo. De repente se acaba el camino: un
agricultor ha decidido “expropiarlo” y lo ha sembrado haciéndolo suyo. ¿Por qué
no siembra la mediana de la autovía? ¡Digo yo!
Nos hace “embadurnar” las bicis y el calzado para salir a la
carretera y continuar nuestra lucha contra el viento, que encauza al frío por
todos los poros de nuestro cuerpo ¡Por fin! Llegamos a Calzada de Valdunciel y
giramos a la izquierda, se acaba el viento de frente, pero comienza una suave
pero prolongada rampa que tiene su final en las inmediaciones de Castellanos de
Villiquera. Decidimos abordar el maravilloso descenso a la izquierda ¡Qué
gozada! Pero todo lo que se baja… Termina el descenso y una dura rampa hasta
Aldeaseca castiga mis ya maltrechas piernas. Comienzo a sentir los pilotos de
mi cuerpo encendidos. Menos mal que queda poco. Bueno, en realidad sólo la
última rampa desde el Helmántico que cada uno afrontamos ya a nuestro ritmo, el
mío, por supuesto, más lento.Esta noche reponemos calorías. Despedida , felicitaciones entre todos y cada uno para su casa, que es tarde, hace frío y estamos cansados. ¡Qué bonita ruta!
Para mi demasiado larga. Sobran 20 km. Con 40 vale
ResponderEliminarDe eso nada, Sr. Martín. Hay que entrenar duro para el día en que se haga el Camino de Santiago. Ha sido una jornada estupenda. Tuvo de todo. Lo malo, algunos kilómetros duros de verdad con el pavimento muy malo, y el viento del este. Lo bueno, casi todo. La compañía de los colegas, la aventura de perderse atravesando fincas y saltando vallas, y poder disfrutar del campo y del aire puro.
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