Los planes eran perfectos, recorrido precioso
hacia el Azud de Riolobos, bocatas de jamón, botellita de Pesquera crianza,
bicis preparadas, ruedas nuevas, pero… La naturaleza nos jugó una mala pasada y
mostró su cara desagradable, el sol permaneció escondido y la sigilosa niebla
difuminó parte de nuestra feliz mañana.
Cita a las 10:15 en la Plaza de Caracas
pero antes, a las 9:30, se confirmaba la baja de Fernando una vez descubiertas
las inclemencias meteorológicas. Ausentes también Alex y Paco Martín como viene
siendo habitual. Nos presentamos Juan Miguel, Paco Sánchez, Pepe el farmacéutico
y un servidor (José Manuel). Hubo pinchazo de Pepe en los preliminares que
retrasó aún más la partida, que finalmente se produjo desde la guarida de Paco
Sánchez junto al campus.
Visto el panorama subimos a buen ritmo la
cuesta del Cementerio Carlos Borromeo y bajamos a “toda pastilla” hasta el
hotel Doña Brígida. Juan Miguel y Paco proponen seguir por la carretera con
dirección a San Pedro del Valle. La niebla es cada vez más espesa y empezamos a
sentir miedo por el peligro de las aproximaciones de los coches. Voy marcando
el ritmo y mis sensaciones en el aspecto físico son excelentes.
A falta de unos kilómetros para el desvío
a San Pedro del Valle decidimos regresar pues se estaba poniendo muy peligroso,
así que damos media vuelta y regresamos al Doña Brígida. Había que improvisar y
decidimos tomar el camino desde el Puente Gudino hasta la carretera de Ledesma
y desde allí por el carril bici hasta la finca de Valcuevo.
Hacemos unas fotos, repostamos líquidos e
iniciamos marcha por los toboganes de la finca, pero como estábamos “gafados”
la “Samuela” de Juanmi se rebela contra su capitán y decide que es tiempo de
mantenimiento, así que la cadena gira por los platos y piñones que le da gana a
ella. ¡En fin! Hay que terminar con los contratiempos, así que regresamos por
donde vinimos y a volver a subir hasta el Cementerio, esta vez por su lado
suave.
Otra vez puse ritmo fuerte y coroné en
cabeza. No me lo creo ni yo, pero así fue ¡Lo prometo!
Bajamos hasta el campus y se despiden
Paco Sánchez y Pepe. A Juan Miguel y a mí nos queda todavía el regreso por el
carril bici junto al río y cada uno a su casa. ¡Otro día será!
Visto el nivel que esta alcanzando Josr Manuel es posible que dentro de poco proponga subir a la Peña de Francia
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