… sin subida ni bajada.
Era un antojo de “El Capi” esta ruta y… sus antojos son
órdenes para nosotros. Quedamos Juanmi y José Manuel con Fernando a las 9:30 en
la glorieta del camino de las aguas y con Paco Sánchez y Pepe “El farmacéutico”
a las 9:45 en el romano. Éstos últimos olvidaron proteger sus cabezas antes de
salir de casa y al Capi le tocó recaudar hasta tres cascos antes de salir… ¡Qué
poderío..! Ya desde el principio.
Partimos por carretera saliendo por Tejares y la antigua
N620 con dirección Portugal para salir por el camino a la derecha un poco antes
de llegar a la feria de ganados. Cruzamos la vía del tren y dirección Doñinos
donde me ajusto el casco antes de entrar en la CAÑADA DE LOS MÁRTIRES.
El día estaba ideal para la bici: buena temperatura, sin viento, quizás algo de
calor por poner un “pero”. En esta primera parte el camino estaba un poco más
difícil por las duras y contorneadas roderas amén de algún que otro charco
“sorpresa”, pero todos lo afrontamos con solvencia. Veo al Capi muy motivado y fuerte
hoy.
Hay que decir que un servidor propuso ir a un ritmo
asequible, similar al que podemos hacer en “El Camino”, pero unas veces Paco
Sánchez, otras un servidor, otras Fernando, Juanmi y hasta Pepe… ¡No es
posible…! ¡Vamos muy de prisa! Y eso que hoy debe haber bajado un poco “la
media”, pero sigo pensando que vamos muy de prisa.
Cómo que en un verbo nos metemos en la finca del “pavo real” (creo que Torre de Martín Pascual), que hoy está escondido y no saluda. Y de finca a finca nos metemos en la de nuestro amigo “el pitbull” blanco (creo que Pericalvo), que ni se molesta en saludar. ¡Estos bichos están perdiendo las formas! En un tris pasamos junto a Santo Tomé de Colledo y de allí casi nos metemos en Rollán ¡Qué bárbaro!
Giramos a la
izquierda por un camino precioso con los trigales verdes y creciditos, donde
hacemos unas fotos y emulamos… hacer… en los trigales… ¡Es broooma! Yo creo que
ninguno sabíamos dónde estábamos y hemos cambiado de nombre a todos los pueblos
de la zona ¡En fin! Es lo bonito de improvisar... Siguiendo a nuestro instinto
llegamos a Canillas de Abajo… Era así porque lo decía en las señales y no
porque se nos hubiera ocurrido a nosotros. Desde allí carretera en dirección
Calzada de Don Diego, al que dejamos a la izquierda y cruzamos la autovía para
coger un camino con destino a la finca “El Tejado”.
Empiezo a notar a Fernando un poco inquieto porque llevamos
casi 40 km y no tiene claro a dónde nos dirigimos, pero amigo… “El Capi” es hoy
quien manda y le veo solvente y seguro. Buscamos una sombra para comer algo, a
Paco le veo como siempre “muy fuerte”, a Fernando hoy le noto dubitativo,
además nos advierte que llevamos poco líquido y a Pepe le veo bien, pero ya
empieza a sufrir por su larga temporada de inactividad. El equipo es perfecto
porque a nadie se le escapa un detalle ¡Es un lujo ir con estos tíos!
“El Capi” lo tiene claro: Hay que acercarse hasta el
castillo de “La Duquesa”, así que… ¡Allá vamos! Mereció la pena… hacer unas
fotos, repostar agua (gracias al servicio) y vuelta por la otra CAÑADA,
la DE EXTREMADURA. ¡Precioso! está el camino, aunque hace algo de
calor. Indulto unánime al Capi por la larga ruta. Como seguimos a buen ritmo
nos ponemos rápido en “El Rodillo”, y eso que tuvimos pinchazo del Capi. De
allí a la vieja N620 donde entramos por la zona de “La Rad” y carretera
ascendente hasta la feria de ganados donde Pepe sufre, pero los valientes saben
sufrir, así que éste debe de ser un valiente, y Juanmi… ¡Joder cómo va hoy “El
Capi”! Sánchez hizo de buen acompañante
con Pepe y refundimos grupo en el barrio de Buenos Aires. Nos despedimos junto
al Romano de Pepe y Fernando, que lleva un brazo lastimado, pero seguro que no
es nada.
Sánchez, El Capi y un servidor degustamos una “jarrita” mal
servida en el “bareto” de “El romano”. DESPEDIDA y HASTA OTRA.
Preciosa etapa, en la que disfrutamos de los verdes campos. Es lo que tiene la primavera. Además, ruta nueva, que ya nos conocemos muchas.
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