domingo, 13 de mayo de 2012

DE CAÑADA A CAÑADA


… sin subida ni bajada.

Una cañada real debía tener una anchura de 90 varas castellanas (72,22 metros) y tenían la característica de ser trazados de muy largo recorrido (más de 500 km) y discurrir principalmente en dirección norte–sur con las lógicas limitaciones que impusiera la geografía. Con la regulación real, quedaba asimismo prohibido el recorte que realizaban comúnmente los propietarios de fincas colindantes mediante el movimiento de mojones”.

Era un antojo de “El Capi” esta ruta y… sus antojos son órdenes para nosotros. Quedamos Juanmi y José Manuel con Fernando a las 9:30 en la glorieta del camino de las aguas y con Paco Sánchez y Pepe “El farmacéutico” a las 9:45 en el romano. Éstos últimos olvidaron proteger sus cabezas antes de salir de casa y al Capi le tocó recaudar hasta tres cascos antes de salir… ¡Qué poderío..! Ya desde el principio.

Partimos por carretera saliendo por Tejares y la antigua N620 con dirección Portugal para salir por el camino a la derecha un poco antes de llegar a la feria de ganados. Cruzamos la vía del tren y dirección Doñinos donde me ajusto el casco antes de entrar en la CAÑADA DE LOS MÁRTIRES. El día estaba ideal para la bici: buena temperatura, sin viento, quizás algo de calor por poner un “pero”. En esta primera parte el camino estaba un poco más difícil por las duras y contorneadas roderas amén de algún que otro charco “sorpresa”, pero todos lo afrontamos con solvencia. Veo al Capi muy motivado y fuerte hoy.

Hay que decir que un servidor propuso ir a un ritmo asequible, similar al que podemos hacer en “El Camino”, pero unas veces Paco Sánchez, otras un servidor, otras Fernando, Juanmi y hasta Pepe… ¡No es posible…! ¡Vamos muy de prisa! Y eso que hoy debe haber bajado un poco “la media”, pero sigo pensando que vamos muy de prisa.


 Cómo que en un verbo nos metemos en la finca del “pavo real” (creo que Torre de Martín Pascual), que hoy está escondido y no saluda. Y de finca a finca nos metemos en la de nuestro amigo “el pitbull” blanco (creo que Pericalvo), que ni se molesta en saludar. ¡Estos bichos están perdiendo las formas! En un tris pasamos junto a Santo Tomé de Colledo y de allí casi nos metemos en Rollán ¡Qué bárbaro!

Giramos  a la izquierda por un camino precioso con los trigales verdes y creciditos, donde hacemos unas fotos y emulamos… hacer… en los trigales… ¡Es broooma! Yo creo que ninguno sabíamos dónde estábamos y hemos cambiado de nombre a todos los pueblos de la zona ¡En fin! Es lo bonito de improvisar... Siguiendo a nuestro instinto llegamos a Canillas de Abajo… Era así porque lo decía en las señales y no porque se nos hubiera ocurrido a nosotros. Desde allí carretera en dirección Calzada de Don Diego, al que dejamos a la izquierda y cruzamos la autovía para coger un camino con destino a la finca “El Tejado”.

Empiezo a notar a Fernando un poco inquieto porque llevamos casi 40 km y no tiene claro a dónde nos dirigimos, pero amigo… “El Capi” es hoy quien manda y le veo solvente y seguro. Buscamos una sombra para comer algo, a Paco le veo como siempre “muy fuerte”, a Fernando hoy le noto dubitativo, además nos advierte que llevamos poco líquido y a Pepe le veo bien, pero ya empieza a sufrir por su larga temporada de inactividad. El equipo es perfecto porque a nadie se le escapa un detalle ¡Es un lujo ir con estos tíos!

“El Capi” lo tiene claro: Hay que acercarse hasta el castillo de “La Duquesa”, así que… ¡Allá vamos! Mereció la pena… hacer unas fotos, repostar agua (gracias al servicio) y vuelta por la otra CAÑADA, la DE EXTREMADURA. ¡Precioso! está el camino, aunque hace algo de calor. Indulto unánime al Capi por la larga ruta. Como seguimos a buen ritmo nos ponemos rápido en “El Rodillo”, y eso que tuvimos pinchazo del Capi. De allí a la vieja N620 donde entramos por la zona de “La Rad” y carretera ascendente hasta la feria de ganados donde Pepe sufre, pero los valientes saben sufrir, así que éste debe de ser un valiente, y Juanmi… ¡Joder cómo va hoy “El Capi”!  Sánchez hizo de buen acompañante con Pepe y refundimos grupo en el barrio de Buenos Aires. Nos despedimos junto al Romano de Pepe y Fernando, que lleva un brazo lastimado, pero seguro que no es nada.

Sánchez, El Capi y un servidor degustamos una “jarrita” mal servida en el “bareto” de “El romano”. DESPEDIDA y HASTA OTRA.

1 comentario:

  1. Preciosa etapa, en la que disfrutamos de los verdes campos. Es lo que tiene la primavera. Además, ruta nueva, que ya nos conocemos muchas.

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