Fernando nos tenía intrigados cuan el famoso detective
Sherlock y su secuaz ayudante Watson con la historia de la finca en la que fue
rodeado por cuatro feroces sabuesos de presa. Pero lejos de tener miedo,
sentíamos la necesidad de conocer a tan ingratos colonos del campo así que…
partimos en su busca.
Comienza ruta en el puente romano a las 9:00 horas donde
acudimos Fernando, Jesús Galán, Paco, Pablo y José Manuel. Tras un despiste
inicial con Fernando nos dirigimos por el camino de Ariseos para girar después
a la izquierda y llegar a Mozárbez. Paradina en la fuente y dirección Béjar por
la carretera pero enseguida desvío a la izquierda tomando un camino que nos
lleva a un túnel bajo la autovía. Hay que cruzar pero nos ponemos de barro
hasta “las cejas”, unos más que otros y
las bicis ni te cuento.
Bueno, nos sacudimos un poco el barro y a la busca de los
sabuesos. Cada portera que cruzamos preguntamos a Fernando ¿Es aquí? Se denota
cierta tensión. Al fin llegamos a la portera de rigor y vemos de lejos a “los
impresentables” que hoy no se atreven a increparnos. Para evitar roces cruzamos
de prisa, aunque a Fernando le quedaban ganas de “gresca”. Hoy somos cinco y
las fuerzas estarían igualadas…
Entre encinas y por un camino precioso, pero duro picando
siempre para arriba nos presentamos en Cuatro Calzadas. Cruzamos al otro lado
de la autovía y afrontamos la bajada con precaución por un camino mucho más
técnico pero no menos espectacular. Nos ponemos de nuevo en Mozárbez. En la
fuente a algún descerebrado se le cayó la bici al pilón.
Por carretera hasta el cruce con el camino de Aldeatejada. Desde
allí carril bici de retorno a la Capital. En el puente romano despedida.
Fernando y yo encontramos “al Capi” caminando deprimido por la orilla del
Tormes y le animamos la mañana tomando unas birras en el Camigles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tú opinión nos interesa.