domingo, 10 de febrero de 2013

RUTA DE SAN VALENTÍN




[Dice así la canción]:

Es inútil dejar de quererte.
Ya no puedo vivir sin tu amor.
No me digas que voy a perderte.
No me quieras matar, corazón.


[TODOS]
¡Corazón!, ¡Corazón!,
no me quieras matar,
¡Corazón!.



¡Ayyyyy! ¡Estos locos románticos… de la bicicleta! Como se acerca San Valentín, encargué a nuestro “router” dibujar un plano en forma de corazón para el paseo de hoy y éste, que es muy obediente, lo preparó. Me quedo con el San Valentín sacerdote del siglo III, casamentero clandestino cuando el emperador Claudio II prohibió los matrimonios de los jóvenes porque en su opinión rendían mejor como soldados "sin ataduras". Luego ya cuando lo trajeron a España los de Galerías Preciados... eso es otra cosa.

Se anticipa la “quedada” a las 9:30 en… ¡La Puerta de Zamora! Todos puntuales: Fernando, Paco, Juan Miguel, Ángel y José Manuel. Antonio envía mensaje de que se ausenta y… ¡por allí viene un ciclista! ¿Será un abrojo? Yo digo que es Anselmo ¡Hola Anselmo!

Avenida Mirat, Paseo de la Estación, Viaducto, Jesús Arambarri y hacia Cabrerizos (primer repecho). Camino de Moriscos (segundo repecho) y foto en el primer punto geodésico. Cruzamos Moriscos y el camino que seguimos va en dirección Gomecello, pero “el dibujante” había preparado algunas “sorpresitas” y es por esto que junto a un lugar llamado “Laguna Grande” nos hace girar a la izquierda, donde los caminos empiezan a estrecharse.  


Primero toca cruzar la vía “a pie”, después atravesamos por debajo de la A62 como “ratas” por una tubería bajo tierra, luego nos dirigimos a un vertedero lleno de mierda y también lo atravesamos a pie, ¡parecemos “marines” americanos! todo esto esquivando charcos y barrizal, y con los caminos llenos de roderas de tractor que nos “martirizan” con un constante “traqueteo”. ¡Ahhh! y no se olviden del viento, que nos azota ahora de frente, ahora de costado. ¡Mi teniente! ¡Los hombres parecen cansados!  - Bueno, haremos una paradita aquí, junto a la “Laguna de las Fuentes” (fotos de recuerdo).

“El Dibujante” trata  de animarnos y asegura que lo duro se ha terminado…, además hay algún trozo de asfalto que “ablanda” los pedales, pero el viento nos sigue castigando. De repente giro a la derecha y el camino está literalmente atravesado por un arroyo. Veo que Fernando lo atraviesa “sin titubeos”. Miró a los lados… y me doy cuenta que soy el siguiente en llegar, cierro los ojos e imagino el plano en forma de corazón ¡Adelante! Y todos me siguen. Daños colaterales: nos hemos mojado “un pelín” los pies… sin consecuencias. Ahora el viento nos azota de frente y con fuerza, llegamos a Carbajosa de la Armuña, donde fijamos el avituallamiento junto a la iglesia.

He visto al Capi un poco irritado con la ruta de hoy, pero al final “el corazón” se le ha ablandado. Ángel progresa más que adecuadamente en su puesta en forma y Fernando y Paco… están ¡descomunales! El firme de los caminos mejora, llegamos a Naharros de Valdunciel y después a Valdunciel, pero el viento cada vez es más fuerte. Anselmo está muy cansado (se le entiende porque lleva un largo periodo de inactividad), así que decide (por unanimidad consigo mismo) girar a la izquierda y atajar hacia Los Villares (su hogar dulce hogar). Nosotros seguimos a la derecha y tras un extraño zigzagueo por los caminos, veo que hay que cruzar la N630. Observo a lo lejos un tubo, aún más estrecho que el anterior ¡menos mal que “el dibujante” pasa de largo! Esta vez cruzamos por encima y por asfalto ¡Como Dios Manda!

Según bordeamos Castellanos de Villiquera comienza a llover, el camino se empina, pero el firme es bueno y ancho. Eso sí, Fernando y Paco ponen un ritmo “demoledor” que puedo seguir a duras penas. Arriba refundimos grupo y bajamos a toda máquina hasta Villamayor. Sólo nos queda el postre ¡Qué golosos somos! Subida hasta Salamanca por la carretera ¡Qué dura se hace esta subidita después de todo lo que llevamos…! Parada y foto “finish” en la Puerta de Zamora: ¡Objetivo cumplido!

¡Este San Valentín! …nos quería “romper el corazón”, pero no ha podido.



















2 comentarios:

  1. José Manuel, nuestro cronista, habló muy poco en esta travesía. No sé si porque estaba siguiendo mentalmente el dibujito o porque iba cavilando esta crónica tan divertida y tan castrense: "ratas bajo tierra" o sea ejercicios de pista de entrenamiento, atravesar "vertedero lleno de mierda" o sea superar hasta lo más desagradable, "charcos, barrizal, roderas, arroyo..." todo un programa de castigo...
    Espero que no me guarde rencor, ni el cronista ni el resto de acompañantes.
    Pero hoy leyendo el relato... ¡¡¡ME HE REÍDO A CARCAJADAS!!! GRACIAS.

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    1. El cronista iba sufriendo en silencio, pero disfrutando en público por dentro y por fuera (como siempre) a la vez que imaginaba el desplazamiento alrededor de las distintas cavidades del músculo vital. ¡Ahhh! No hay rencores.

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