domingo, 10 de marzo de 2013

BAÑOS DE LEDESMA




Alguien dijo que “La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo.”

Con el nieto de Aurelio
…Y no le falta razón. Este humilde cronista estuvo disfrutando de la alegre noche salmantina del sábado en compañía de los jóvenes monitores scouts del grupo  “Kandersteg” al que pertenecen sus hijos hasta pasadas las 4:30 de la madrugada. El despertador estaba activado a las 9:00 pero aún me quedaba la esperanza de un lluvioso amanecer, que no se produjo. La “quedada” era a las 10:00 en la Plaza del Ejército (no podía ser de otra manera) y estoy llamado a filas.

Llego puntual, aunque mi estómago no está para bromas y ya me esperan Paco Sánchez y Fernando (del resto no hay rastro, ni esperanza de que aparezcan) ¡La que me espera tras estos dos atletas! Cómo las lluvias han castigado en exceso a los caminos, estaba prevista una ruta por carretera hacia los Baños de Ledesma, con trayecto de ida por la margen derecha del Tormes y vuelta por la izquierda.

¡En fin! Paco azuza las riendas de su 8.0 y asciende hacia el punto geodésico de pizarrales. El resto le seguimos como podemos. Supongo que el  pedaleo constante estimula las células de mis muslos y gemelos, haciéndolas vibrar más de un millón de veces por segundo, lo que produce en ellos  fricción y por ende calor. En definitiva, cuando llegamos arriba mi cuerpo ya está reactivado de los excesos del sábado, si no fuera por la acidez estomacal (ésta como resultado de los excesos etílicos).

La bajada a Villamayor es cuestión de segundos. Tras cruzar el casco urbano recuerdo la famosa canción de Supertramp (It´s raining again) y es que comienza a llover de nuevo. En una fugaz aproximación a mis compañeros oigo comentar a Fernando “hay que llegar hasta Valverdón, a ver qué pasa”, mientras nos castiga un fuerte viento desde el costado izquierdo. El caso es que antes de llegar a Valverdón deja de llover ¡menos mal! Ni siquiera nos hemos puesto el chubasquero.

A todo esto Paco a lo suyo, Fernando detrás  y yo “chupando rueda”,  cruzamos las bodegas de Zorita y nos acercamos a Almenara. En la larga recta nos cruzamos con Jesús Galán que pedalea en sentido contrario porque ha madrugado más. Le invitamos a seguirnos, pero este ya se había calado, así que brazos en jarra, agita los codos y se aleja con dirección a casa.

Fernando toma la cabeza dando un poco de descanso a Paco mientras cruzamos Almenara. Enseguida  comienza una dura rampa y después otra, casi sin descanso, que unidas al fuerte viento de costado se hacen todavía más complicadas para mi castigado organismo. ¡Por fin una bajada! Disimulo y tomo la cabeza, pero la alegría dura poco en casa del pobre y pronto descubro el  último duro repecho que precede al pueblo de Juzbado. En la bajada dejamos la nuclear a la derecha y acto seguido el desvío de Baños de Ledesma a la izquierda.

Paramos para fotos en el puente, donde aparecen Aurelio y su nieto en bici, y un montón de paseantes clientes del Balneario. Preciosa estampa de la típica dehesa salmantina, con encinas, carrascos,  matorral silvestre y todo ello rodeado de amplias zonas ajardinadas (me quedo con ganas de ingresar para una cura). Nos adentramos en el Balneario para terminar nuestro repostaje junto a la piscina, nuevas fotos y de nuevo Aurelio con el nieto…

Comienza el regreso por la margen izquierda del Tormes y de aperitivo nos encontramos sendas duras rampas que vuelven a calentar nuestras piernas y rezagan definitivamente a los invitados (Aurelio y nieto). El aire ahora está a nuestro favor y Paco disfruta del mismo marcando un ritmo vertiginoso que Fernando y un servidor no somos capaces de igualar. Antes de llegar a Zarapicos, en el cruce, nos desviamos a la izquierda  hacia Carrascal de Velambélez y después a la derecha hacia Pino de Tormes. Como el ritmo es intenso y anoche abusé ya voy “jodido”. Al tomar la carretera de Florida decido marcar yo un ritmo más suave, aprovechando además que el  aire favorece y el terreno es llano.

No tardamos mucho en ponernos en el puente de Gudino, el Tormes viene muy crecido (deben estar desalojando más de lo normal en el pantano), así que paramos junto al río para unas instantáneas. Fernando ha tenido un calambre en la pierna ¡me viene bien! Última rampa (“Sebastiana de Jesús Galán”) “suave y afectuosamente” por Paco Sánchez hasta el teso de los Cañones. Fin de ruta para el grupo junto a Carrefour.

¡En fin, amigos! la semana que viene cumplo años,  es evidente que ya he alcanzado la edad madura y… si quiero parecerme a los jóvenes, el esfuerzo ha de ser proporcional. Después de comer me espera una buena siesta (de cama). Ciao.

Foto denuncia: ¿Y esta mierda?



1 comentario:

  1. De todos es sabido , que la bici no hace al ciclista, pero ayuda.
    A veces no es necesario tener una 8.0, aunque tal como va el alemán, como si la tuviera, eso le da más mérito a la 5.3.
    En fin, a este paso tendremos que penalizar le con peso.

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