“No pretendas que las cosas ocurran como tu quieres. Desea, más bien,
que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.” Epicteto de Frigia (55-135) Filósofo
grecolatino.
Este filósofo debió estar de ruta con algún ancestro de Mercury.
Participantes: José Manuel, Ángel, Paco Sánchez, Paco
Martín (Mercury) y Fernando.
Un domingo más con madrugón para, primero, poder
desplazarnos desde Salamanca hasta Palomares de Béjar y después emprender la
preciosa subida hasta agotar la pista que lleva, entre otros, al paraje denominado
Garganta del Oso.
La mañana comenzó para Paco Sánchez y un servidor
superando un control de alcoholemia de la policía municipal. Tras un “huracanado”
soplido, Paco puso en el visor un 0.0 que no dejaba lugar a dudas. ¿Ustedes
perderían el tiempo una mañana de domingo con un coche que carga dos bicicletas
y sus dueños equipados al efecto…?
El siguiente paso fue visitar la carga de bicis
en el “comefuel” de Mercury, que tenía las ruedas al 40% de presión. ¡Menudo
viajecito debieron llevar Fernando y Ángel!
Ya en Palomares con una mañana soleada y una
temperatura ideal para afrontar nuestro desafío comenzamos la ascensión con un
ritmo pausado, a sabiendas que se podía hacer duro. Varias paradas y muchas
fotos (las vistas invitaban). A los pocos kilómetros nos cruzamos con un grupo
de nativos senderistas “nudistas”, que no dudaban en enseñar al sol sus tiernos
y contorneados pechos (ver foto).
Tras cruzar un puente sobre el río comenzaron las
rampas más duras, siempre en zig-zag y sin zonas de descanso. No obstante Paco
Sánchez opinó que no había subida más que en los últimos metros. Se sugiere
echar una mirada a alguna de las fotos y al perfil... Aparte de las apreciaciones,
los últimos repechos sí que fueron duros, porque eran duros y por la pendiente
acumulada.
Tomamos con precaución la bajada hasta darnos de
bruces con la cervecita y la tapas dispuestas en una mesa en “Caa Tolo” en la
Plaza el Solano de Candelario.
Otra rampa gozosa hasta Béjar; desde aquí tuvimos que
sufrir de nuevo la pendiente hasta llegar a los vehículos aparcados en
Palomares.