Asisten: Paco Sánchez, Fernando, Juan Miguel, Ángel, Anselmo
y José Manuel (éste último con prueba impresa a color del logotipo del grupo en el maillot de entretiempo).
Ruta: Santa Marta, Nuevo Naharros, Nuevo Amatos, Huerta,
Aldealengua, Cabrerizos, Salamanca.
Comentarios: El cronista (que habitualmente soy yo, y en mi
ausencia Fernando) se reincorporó al grupo tras dos jornadas de ausencia convaleciente
por lesión en la inserción del glúteo mayor izquierdo en el fémur izquierdo
(transcribo juicio clínico de la traumatóloga de turno). También mi bicicleta
había pasado por el doctor “Gómez” y la verdad es que el plato grande no andaba
muy fino, así que el acuerdo “tácito” era no usarlo… (pero nadie…)
Para más INRI, en Santa Marta, la rueda trasera me hace un
extraño y descubro que está sin aire. Bueno sin aire y con una raja considerable
¡Mi recién estrenada “black jack” trasera! En estos casos te das cuenta de la
importancia de contar con una buena “banda antipinchazos”. Ángel, Anselmo y
como no, “El Capi”, se pusieron manos a la obra con celeridad para desmontar la
rueda, parchear cámara y cubierta, inflar con “varias” bombas, aunque no al
unísono, montar y ajustar la rueda.
No contentos con esto, decidieron arreglarme también los “enganchones”
de la cadena en el plato grande, y para ello nada mejor que poner un ritmo infernal que solo permitía acercarme a ellos
con la ayuda del susodicho. ¡Mano de Santo! La cadena dejó de engancharse
progresivamente a medida que la velocidad media del grupo aumentaba. A todo
esto, de la inserción del glúteo ya ni me acordaba, por supuesto.
¡En fin! Menos mal que en el puente de Huerta a alguien se
le ocurrió hacer una foto, con la suerte de que el espontáneo-fotógrafo-foráneo
consiguió apuntillar en el móvil de Paco cuando el Palco de Presidencia ya
había dado el cuarto aviso, lo cual se tradujo en un merecido descanso en la
ruta.
Pero como se hacía de noche la vuelta no iba a ser más floja
y los relevos aumentaban de nuevo la velocidad media. Ya de puestos me atreví
hasta a dar alguno… Llegados a Aldealengua decidieron que, de postre, nada
mejor que tomar el camino a la derecha que se empina lenta, pero continuamente, hasta
llegar a “los Caenes”. Mi “inserción” aguantó el envite sin contemplaciones,
aunque a Paco… A Paco no hay quien le siga cuando el camino se empina.
Asfalto agrietado y al fondo "El Grupo" |
Asfalto sin grietas y al fondo "El Grupo" |
La de antes un poco más centrada |
A la izquierda "El Grupo" y a la derecha... |
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