domingo, 23 de febrero de 2014

DE TODO MENOS JAMÓN...



Asisten: Juan Miguel, Pedro, Paco Sánchez, Ángel, Antonio, Fernando y José Manuel.

Ruta: Aldeatejada, Ariseos, Morille, Cuatro Calzadas, Los Cisnes, Calvarrasa de Arriba, Santa Marta, Salamanca.

Comentarios: ¡Espléndida mañana de bici! Hacía meses que no amanecía una mañana tan sugerente. Y eso que había caído una buena helada, pero el sol y el trayecto previsto presagiaban ya el posterior disfrute. Y para colmo Fernando “MacGyver” se presentó a la cita con un fantástico guardabarros delantero de fabricación propia, color azul “Solán de cabras”. Y no contento con esto, procedió a deleitarnos con sus anteojos “bikeros” made in Alehop.

Algún ave “desaboría” quiso posponer la prueba de barro y propuso comenzar por el carril bici hasta Aldeatejada. Le sancionaremos con “tarjeta amarilla”. Ya desde Aldeatejada tomamos la vertiente sur del Camino del Santo dejando a la izquierda Miranda de Azán y en busca de nuestro árbol del “Ahorcado”, donde el camino resultó invadido de “abrojos”. (Abrojo: perteneciente o relativo al grupo de bici “Los Abrojos”).

Desde aquí hasta Ariseos transcurrió la parte dura de la jornada, con el camino abrupto aderezado con el barrizal y agua acumulada en las vaguadas. Pero ya no hay camino que se resista al auténtico “Pájaro Ibérico de barro”. Llegando al alto que precede a Morille, aproveché mis metros de ventaja para obtener unas bonitas instantáneas de la llegada de mis acompañantes.

Ya en la fuente de Morille, saludamos a “Elvira” la maestra y optamos por el avituallamiento habitual de los domingos. Había que proseguir a la izquierda, pero hubo que trastocar el plan inicial del “router” para esquivar ciertas reses bravas, que en otra ocasión amedrentaron seriamente a los asistentes. El paisaje por esta parte era espectacular.

Llegados al cruce con la carretera de Monterrubio de la Sierra giramos a la derecha buscando el cruce con el camino hacia Cuatro Calzadas, que era nuestro siguiente objetivo y donde volvimos a topar con los “Abrojos”. Alguien sugirió realizar una degustación de jamón, pero tras someterse la cuestión a referéndum, quedó descartada con un solo voto a favor en la alzada de brazos (sufragio universal).

La ruta continuó hacia el punto geodésico de la zona, con excelentes vistas a mano derecha de la sierra de Béjar y a mano izquierda de Salamanca capital. Después, una secuencia de porteras entre encinas con excelente sabor a domingo, cerdo ibérico a la izquierda, reses sueltas en mitad del camino y algún que otro "saludo canino" que no llegó a más, hasta llegar a la calzada romana. Como se nos pasa girar a la izquierda en el primer desvío (intención previa, con rumbo a Arapiles) no queda otra que continuar hacia la urbanización Los Cisnes. Desde allí a meta transcurrieron los kilómetros de la “la basura” en la maravillosa jornada de hoy.

No hubo lavado de bicis porque alguno tenía prisa. ¿Sería para degustar un suculento plato de jamón ibérico?














miércoles, 19 de febrero de 2014

MAÑANA DE NIEBLA...



Asisten: Juan Miguel, Ángel, Fernando, Paco Sánchez, María Jesús, Anselmo, Antonio, Nicolás y José Manuel.

Ruta: Doña Brígida, Valcuevo, Castellanos de Villiquera, Aldeaseca, Salamanca.

Comentarios: Dice el refrán que “mañana de niebla… tarde de paseo” y casi todo se cumplió. Y digo casi todo, porque la salida de esta tarde estaba prevista como corta, sencilla, suave y además íbamos a ir despacio… Lo que viene siendo un “paseo”. ¡Ja, ja, ja! Me río yo del paseíllo. ¡Y menos mal que se hacía de noche! Porque alguno susurraba sobre acercarnos hasta la ermita de Monterrubio para contemplar el ocaso “a vista de pájaro”.

Está visto que cuando no es Paco, es Anselmo, o Fernando, incluso Ángel o Juanmi y hasta yo me atrevo a pegar acelerones, con lo cual al final sacamos medias que aunque a Paco se le hacen ridículas, no lo son tanto.

Otra anécdota fue la de “l'enfant perdu”. Y es que “El Capi”, en un ataque de <<endorfinas>> (péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores, producidas por la glándula pituitaria y el hipotálamo en vertebrados durante el ejercicio físico, similares a los opiáceos en su efecto analgésico y de sensación de bienestar) abandonó el grupo esquivando parte del camino y haciendo la batalla por su cuenta hasta ser neutralizado en estado de “delirio” en las inmediaciones de Castellanos de Villiquera.

Por último decir que este grupo es poco solidario. Para una vez que nos acompaña una chica y que además había declarado no estar en forma, pegamos esos “arreones”. ¡En fin! Creo que somos unos “desconsiderados”.


“Galgas” a sus aposentos y a prepararnos para el “finde”.





domingo, 16 de febrero de 2014

PÁJAROS DE BARRO



Asisten: Fernando, Juan Miguel, Paco Sánchez, Antonio De Dios, Héctor, Pedro, Ángel y José Manuel.

Ruta: Vistahermosa, Muñovela, La Valmuza, Matilla de los Caños, Finca el tejado, El Rodillo, Salamanca.



Comentarios: Amanece en la campiña charra. El Tormes discurre tranquilo y silencioso a pesar de la crecida, junto a las inmediaciones del puente romano, donde una vez más, puntuales como siempre a su cita dominical, aguardan ansiosos de ruta los depredadores del asfalto, hoy dispuestos a sortear airosos la dificultad añadida que supone el barrizal de la cañada.    

Y así comienza la jornada, con una primera parte que ha de transcurrir íntegra sobre el farragoso asfalto en dirección a Matilla de los Caños del Río. Fernando, con cautela, ha decidido anticiparse para afrontar con suavidad la primera parte, dura por el leve pero continuado perfil en subida hasta el cruce con el hospital Martínez Anido. Por detrás Juanmi también se anticipa, pero enseguida es engullido por la hoy numerosa manada y debido al atroz ritmo inicial que marcan Paco Sánchez y José Manuel. Alcanzado el objetivo de unión con Fernando, se fusiona el grupo y aparecen las primeras instantáneas.

El descenso hasta el arroyo de La Valmuza es dirigido y gobernado por “el router”, que hoy mostraba un hambre especial de bicicleta. El ritmo continúa siendo exigente por la velocidad, por el irregular asfalto y por los suaves pero continuos toboganes. Llegamos a un punto que Fernando ha identificado en su GPS como zona de minas. Puede tratarse del expediente de Minas Hispania, de cuadrículas mineras de estaño y wolframio en los términos de Calzada de Don Diego, Matilla de los Caños y Vecinos. El caso es que Fernando y un servidor quisimos echar un vistazo de cerca, atravesando  entre las agitadas reses vacunas que protestaban airosas a ambos lados del camino, y que a nuestro paso huyeron despavoridas hacia la zona protegida por encinas a la derecha del camino.

Por fin en el bajo topamos con el casco urbano de Matilla. No hay gente en la calle porque la iglesia está llena. Aprovechamos para el avituallamiento porque la jornada se presenta larga. Tras la primera rampa en busca de la carretera que enlaza con la 620 volvemos al ritmo despiadado, esta vez de la mano de Antonio De Dios. El router tuvo que emplear a fondo su laringe para que le escuchásemos avisar de que había que girar a la derecha, tomando el camino que nos dirige a la finca del Tejado.

La primera parte transcurre tranquila, salvo algún que otro susto de Héctor atravesando las aguas que invadían el camino. Después la tierra cambia a color rojizo y comienza el suplicio, las ruedas comienzan a engordar sin tregua y cada vez resulta más difícil completar una pedalada. ¡Menos mal que la cosa no fue a más! Cuando avistamos el castillo de la Duquesa la cosa se calma. El terreno, aunque malo,  es conocido y como dice el refrán…

Alguien sugirió salir a la carretera en calzada de Don Diego, pero hoy mandaba la canción de Manolo García:
"Hago pájaros de barro.
Hago pájaros de barro y los echo a volar.
En los mapas me pierdo,
Por sus hojas navego.
Ahora sopla el viento,
Cuando el mar quedo lejos hace tiempo.
Ya no subo la cuesta
Que me lleva a tu casa…"

Así que no queda otra que seguir por la cañada, sortear barrizal y charcos, chapotear los preciosos guardabarros de algunos o la mullida badana de otros, disfrutando de la majestuosa estampa de la dehesa charra adornada por el colorido de los “pájaros de barro”.


Al llegar al cruce con la 620 el colofón lo pone un auténtico lago que elimina el camino, pero “El Pájaro Ibérico”, sereno y astuto, se infiltra entre los arbustos y cruza airoso bordeando el interino pantano. Tras las últimas instantáneas en el viejo puente, junto al arroyo, terminamos nuestra jornada premiando con un sutil lavado a nuestras “galgas”, que ya esperan ansiosas en su guarida la llegada de otra “quedada de pájaros”. 














domingo, 9 de febrero de 2014

EL PÁJARO IBÉRICO



Asisten: Paco, Fernando, Juan Miguel y José Manuel.

Ruta: Navahonda, Santa Marta, Nuevo Naharros, Calvarrasa de Abajo, Nuevo Amatos, Huerta, Aldearrubia, Aldealengua, Salamanca.


Comentarios: Queridos amigos. Hoy les voy a relatar la historia de una especie casi en extinción dentro de la cada vez más exigua fauna ibérica, una especie que estamos obligados a proteger como sea, una especie por la que vale la pena luchar. Les hablo efectivamente del “Pájaro Ibérico”.

Y como no podía ser de otra manera, en una mañana fría, lluviosa y ventosa del febrero salmantino, el equipo de “El hombre y la Tierra” se dispone a ser testigo de la dura realidad diaria de esta máquina perfecta, de este auténtico depredador del asfalto, que no es otro sino “El Pájaro Ibérico”.

Apostado el equipo de filmación en las postrimerías del romano y sin darnos tiempo a colocar el equipo, aparecen tres ejemplares asombrosos. De rojo, amarillo y rojo recubrían su indumentaria como si quisieran hacer honor a su apellido “Ibérico”. Al ver que el chaparrón arreciaba y con una pericia innata, se acurrucaron en un ojo del puente, mientras que otro ejemplar asomaba al otro lado y se acercaba presto a reunirse con la manada.

No había tiempo que perder y la manada emprende la “marcheta“ con destreza, enfilando hacia el Centro Comercial de Capuchinos, carretera de Alba y urbanización Navahonda. Con intuición aguileña “Talleres García Aparicio” monta en dos de sus galgas unos artefactos vanguardistas, eso sí, sujetos con cinta de persiana, que protegían amablemente los traseros de sus pasajeros contra el continuo y molesto chapoteo que nos acompañó toda la ruta.

Ruta que continuó en dirección a Santa Marta para continuar por la antigua Nacional unos kilómetros antes de girar a la derecha en busca de Nuevo Naharros, agraciados de sentir la ventisca de espaldas. De nuevo el grupo gira a la derecha, esta vez en busca de Calvarrasa de Arriba y con el canto del viento castigando las viseras al difícil avance de la manada. Nuevo movimiento coordinado en zig-zag  para retomar la carretera hacia Nuevo Amatos y arribar el Tormes a su paso por Huerta.

Desde lo alto, la manada de “Pájaros Ibéricos” contempla la paramera inundada a ambos lados de la orilla, y en el centro las bandas de ánades que despegan  en formaciones castrenses al más mínimo atisbo de acercamiento. Dos pájaros optan por bajar a la paramera e inspeccionar el terreno, mientras que los otros no pierden detalle de la malograda invitación al naufragio.

En el trayecto hasta Aldearrubia el aire de nuevo ayuda, pero tras el fugaz saludo al “Hortelano Ibérico” el grupo divisa amenazantes nubarrones acercándose peligrosamente por el Sudoeste. La jornada ha sido tranquila y no hay porqué agriar el final, así que prestos los pájaros retornan a toda máquina por la carretera de Aldealengua, con el viento ahora de costado dificultando el fácil vuelo en continuo relevo para evitar un calado desenlace.

En fin, amigos seguidores del “Hombre y la Tierra”, si viajan por la “campiña salmantina” permanezcan atentos, pueden divisar el majestuoso rodar de alguna manada de “Pájaros Ibéricos”.









domingo, 2 de febrero de 2014

EL AGUJERO NEGRO



Asisten: Juan Miguel, Paco, Pedro, Ángel, Anselmo, Ventura y José Manuel. Bueno… y un rato Emilio.

Ruta: Doña Brígida, Florida de Liébana, Pino de Tormes, San Pedro del Valle, Zarapicos, Parada de Arriba, Florida de Liébana, Salamanca.

Comentarios: Comenzó la mañana con un problema de sincronismo entre un servidor y mi reloj despertador, que no me permitió estar puntual a la quedada del Puente Romano, pero sí integrarme al grupo en el inicio de la cuesta del cementerio. Tampoco estuvo en la salida Fernando, éste por un problema de conciliación de sueño durante toda la noche anterior.

Aunque hacía frío, la soleada mañana invitaba al optimismo a pesar de la planificada ruta por asfalto debido a los barrizales acumulados. Nada más cruzar el puente de Gudino se unió al grupo Emilio Galán, que nos asombraba con su recién adquirida “galga” KTM  de 29” y neumáticos antipinchazos “tubeless”, todo un lujo para nuestras ajustadas carteras.

Por su parte Ventura, que llevaba inactivo varios meses, enseguida empezó a acusar el paso de los kilómetros y le costaba seguir el ritmo del resto. Menos mal que el viento no quiso castigarle más. En definitiva que sin prisa, pero sin pausa, nos pusimos en San Pedro del Valle, donde había que hacer parada obligada en la fuente romana para bautismo de los nuevos: Ventura y Emilio, que no conocían el paraje.

Visto el flojo estado físico de Ventura, decidimos acortar la ruta prevista, subiendo la tendida rampa hasta Zarapicos. Fue aquí donde Emilio Galán, haciendo alarde de un poderío sobrenatural, decidió acelerar la “marcheta” y tras un fallido intento de seguirle de Paco y un servidor desapareció en el horizonte sin que nadie volviera a saber de su paradero. Todavía estoy sospechando que tal vez salió volando, como ET, y después se lo tragó un “agujero negro”.

Por detrás el bueno de Ventura hacía lo que podía para seguirnos a duras penas. Llegados a Parada, giramos a la izquierda para volver sobre nuestros pasos en Florida de Liébana y vuelta al Doña Brígida, donde Ventura hizo lo contrario que Emilio, se perdió en la retaguardia quedando fuera del alcance de nuestra vista desde lo alto del Cementerio. Tal vez también resultó engullido por el famoso “agujero negro”.

Saldo de la batalla: una baja por vanguardia y otra por retaguardia.

Los debutantes

Todos menos Paco