Asisten: Paco, Fernando, Juan Miguel y José Manuel.
Ruta: Navahonda, Santa Marta, Nuevo Naharros, Calvarrasa de
Abajo, Nuevo Amatos, Huerta, Aldearrubia, Aldealengua, Salamanca.
Comentarios: Queridos amigos. Hoy les voy a relatar la
historia de una especie casi en extinción dentro de la cada vez más exigua
fauna ibérica, una especie que estamos obligados a proteger como sea, una
especie por la que vale la pena luchar. Les hablo efectivamente del “Pájaro Ibérico”.
Y como no podía ser de otra manera, en una mañana fría,
lluviosa y ventosa del febrero salmantino, el equipo de “El hombre y la Tierra”
se dispone a ser testigo de la dura realidad diaria de esta máquina perfecta,
de este auténtico depredador del asfalto, que no es otro sino “El Pájaro
Ibérico”.
Apostado el equipo de filmación en las postrimerías del
romano y sin darnos tiempo a colocar el equipo, aparecen tres ejemplares
asombrosos. De rojo, amarillo y rojo recubrían su indumentaria como si quisieran
hacer honor a su apellido “Ibérico”. Al ver que el chaparrón arreciaba y con
una pericia innata, se acurrucaron en un ojo del puente, mientras que otro
ejemplar asomaba al otro lado y se acercaba presto a reunirse con la manada.
No había tiempo que perder y la manada emprende la “marcheta“
con destreza, enfilando hacia el Centro Comercial de Capuchinos, carretera de
Alba y urbanización Navahonda. Con intuición aguileña “Talleres García Aparicio”
monta en dos de sus galgas unos artefactos vanguardistas, eso sí, sujetos con
cinta de persiana, que protegían amablemente los traseros de sus pasajeros contra
el continuo y molesto chapoteo que nos acompañó toda la ruta.
Ruta que continuó en dirección a Santa Marta para continuar
por la antigua Nacional unos kilómetros antes de girar a la derecha en busca de
Nuevo Naharros, agraciados de sentir la ventisca de espaldas. De nuevo el grupo
gira a la derecha, esta vez en busca de Calvarrasa de Arriba y con el canto del
viento castigando las viseras al difícil avance de la manada. Nuevo movimiento coordinado
en zig-zag para retomar la carretera
hacia Nuevo Amatos y arribar el Tormes a su paso por Huerta.
Desde lo alto, la manada de “Pájaros Ibéricos” contempla la
paramera inundada a ambos lados de la orilla, y en el centro las bandas de
ánades que despegan en formaciones
castrenses al más mínimo atisbo de acercamiento. Dos pájaros optan por bajar a
la paramera e inspeccionar el terreno, mientras que los otros no pierden
detalle de la malograda invitación al naufragio.
En el trayecto hasta Aldearrubia el aire de nuevo ayuda,
pero tras el fugaz saludo al “Hortelano Ibérico” el grupo divisa amenazantes
nubarrones acercándose peligrosamente por el Sudoeste. La jornada ha sido
tranquila y no hay porqué agriar el final, así que prestos los pájaros retornan
a toda máquina por la carretera de Aldealengua, con el viento ahora de costado
dificultando el fácil vuelo en continuo relevo para evitar un calado desenlace.
En fin, amigos seguidores del “Hombre y la Tierra”, si
viajan por la “campiña salmantina” permanezcan atentos, pueden divisar el
majestuoso rodar de alguna manada de “Pájaros Ibéricos”.
Parece que ha llovido "algo" por la campiña charra...
ResponderEliminarNada que ver con las ciclo génesis explosivas que arrasan las playas del Cantábrico
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