domingo, 23 de marzo de 2014

LA RUTA DEL ÁGUILA



Asisten: Juan Miguel, Pedro, Ángel, Antonio de Dios, Paco Sánchez, Fernando y José Manuel.

Ruta: La bautizada por Juan Miguel como "Ruta del Águila" en memoria de la que un día yacía muerta en el trayecto, en el corazón de la dehesa charra.

Comentarios: Sin comentarios (disfrutad del vídeo).




domingo, 16 de marzo de 2014

EL LEÓN Y LA GACELA




Asisten: Pedro, Juan Miguel, Anselmo, Fernando, Ángel, Paco y José Manuel.

Ruta: Cabrerizos, Aldealengua, San Morales, Villoruela, Villoria, Aldearrubia.



Comentarios: Quería nuestro “router” comprobar el nivel de agua en el Azud de Riolobos tras las abundantes precipitaciones del invierno, así que madrugamos un poco más (a las 8:45) y para allá que fuimos. Engañaba la soleada mañana con una traicionera fría brisa, que nos castigó de frente y costado toda la ida. Creo que ha perjudicado más el mal estado de mi endeble faringe.

Como ya alegorizó el pasado viernes el buen amigo Carletto,  hay una leyenda que habla de un león y una gacela. El león se levanta pensando en correr para comer. Si no corre, no caza. Y la gacela se levanta pensando en correr para que no le pille el león. El caso es que hoy todos los asistentes se olvidaron de si eran leones o gacelas, en lo único que pensaban era en correr.

Por eso no resulta extraño que a pesar de las paradas, a las 11:30 estuviéramos disfrutando plácidamente de la espectacular mancha de agua en el azud de Riolobos, no resulta extraño tampoco que Paco Martín fuese incapaz de enlazar con nosotros, ni arrastrado por los 160 caballos de su cuatro por cuatro, ni por supuesto Jesús Galán, que también me consta estuvo oteando la zona.

Y qué decir del regreso, en el que Fernando y Anselmo se erigieron en juveniles “gacelas”, y digo gacelas porque eran los que iban delante, y en absoluto se dejaron atrapar por los ágiles y astutos leones perseguidores, comandados por el tenaz “teutón” y en ocasiones por el ahora fibrado “cronista” a pesar de la molestia que ya acechaba su garganta. Hasta en ocasiones el “Capi” nos sacudía con sus conocidos “latigazos”, para luego quedarse literalmente “clavado” en cola de grupo.

Lo cierto es que un servidor a las 13:30 ya disfrutaba de una ducha caliente en mi guarida, tras haber desayunado 75 intensos kilómetros, más por camino que por asfalto. Algunos incluso se permitieron degustación final de “birra”, que ya va entrando la primavera y ¡apetece!










miércoles, 12 de marzo de 2014

ARMUÑANDING



Asisten: Fernando, Antonio, Nicolás, Paco, Anselmo, Juan Miguel y José Manuel.

Ruta:  Cabrerizos, Moriscos, Gomecello, Pedrosillo, La Vellés, Negrilla de Palencia, Palencia de Negrilla, Naharros de Valdunciel, Valdunciel, Calzada de Valdunciel, Aldeaseca.

Comentarios: Quedada en Calzada de Medina y por camino hasta Cabrerizos. A alguien le apetecía como aperitivo el repecho saliendo hacia “los Caenes” y así se hizo, si bien en el alto giramos a la izquierda en busca del punto geodésico para después bajar a Moriscos. En Moriscos tras saludar a unos “tractores” tomamos el camino con dirección a la carretera que une Gomecello y San Morales, a buen ritmo y siempre con el viento molestando.

De Gomecello a Pedrosillo y sigue el “corre corre que te pillo”, aunque ahora por carretera y después… pues a La Vellés (todas direcciones). Anselmo, el “tractor”, ve a otro tractor y sale detrás a toda máquina, debía ser hembra y atractiva la máquina… Después Negrilla de Palencia y más tarde Palencia, de Negrilla.

Ya era hora de abandonar el asfalto, camino a la izquierda y Anselmo da la orden de giro. Luego “El Capi”, que hoy estaba inquieto (“Que no está quieto, o es de índole bulliciosa”. O también “propenso a promover o efectuar cambios”), propinó otro giro a la izquierda para entrar en Naharros de Valdunciel. De allí de nuevo por asfalto hasta Valdunciel  y después a Calzada.

El tramo final fue tomar de nuevo el camino Jacobeo, picando un poco hacia arriba pero a buen ritmo hasta Castellanos de Villiquera, para después disfrutar con el vertiginoso (que causa vértigo) descenso del “router” Fernando en dirección a Aldeaseca. Tanta felicidad irradiaba su organismo que ni tan siquiera se percató de que iba pinchado, detalle que sí advirtió Anselmo. Como se nos hacía de noche, optamos por tratar de esquivar el “parcheo” y regresamos por carretera, de gasolinera en gasolinera re-inflando la goma "taiwanesa".  


En definitiva, magnífica tarde de Armuñanding, o lo que es lo mismo biking por la Armuña charra.








domingo, 9 de marzo de 2014

A VISTA DE PÁJARO



Asisten: Paco Sánchez, Paco Martín (hoy cronista por sorteo), Fernando, Ángel, Anselmo y un rato Juan Miguel (hasta Villagonzalo fue).

Ruta: Santa Marta, Pelabravo, Villagonzalo, Carpio Bernardo, Calvarrasa de Arriba.


Comentarios: Día espléndido, el mejor en lo que llevamos de año, con sol pero no calor y sin viento. Juanmi nos acompaño el primer tramo porque tenía que asistir a su madre para la que deseamos una pronta recuperación. 

El resto, Fernando, el primero porque la veteranía es un grado, Paco Sánchez, el aguerrido teutón que junto con el indomable Anselmo forman el dueto en mejor forma, y Ángel, que no se queda atrás. El hoy cronista sigue flojo por falta de entreno, supongo. 

Fuimos a Carpio Bernardo para subir, como siempre, a un alto desde el que se divisa media provincia de Salamanca y otra media de Ávila. Al tal Bernardo del Carpio, personaje en el que se mezcla la realidad y la ficción, algunos cronistas atribuyen la victoria sobre la tropas francesas de Carlomagno en la Segunda Batalla de Roncesvalles (año 808). 

Volvimos sin más contratiempos por el Pinar de Alba para luego regresar por una nueva ruta que apuntó Anselmo. Así termina esta minicrónica, pues poco más aconteció en esta ocasión. 








miércoles, 5 de marzo de 2014

DE PIRULÍES



Asisten: Fernando, Ángel, Antonio, Nicolás, Juan Miguel, Paco y José Manuel.

Ruta: ¡Ufff! Ver en Wikiloc

Comentarios: Quedada en el Puente Romano donde un colega, pregunta que si somos los que se anuncian en Internet…

Como no hay ruta prefijada (cosa habitual) propongo el Pirulí. Juanmi nos conduce hacia Tejares, pero a propuesta de Fernando toma un camino a la derecha para evitar el aburrido asfalto. El tramo conocido está cerrado, así que se decide cruzar el río por un puente peatonal y explorar nuevos caminos.

La casualidad nos cruza con Pura (compañera de trabajo), que nos sugiere continuar por un sendero junto al río. En algún tramo hubo que echar pie a tierra por el escarpado terreno, pero mereció la pena flanquear el Tormes por esta ruta inédita para nosotros, hasta llegar al “Doña Brígida”.

La siguiente propuesta fue acercarnos a un depósito de agua, en un pequeño cerro en el que ya hemos estado alguna vez y al que también llamamos Pirulí por la columna de hormigón que sostiene el depósito y no por la subida, que como muestra la imagen del perfil es insignificante. Como era pronto y teníamos a la vista el otro Pirulí (el genuino)  se propone visitarlo como era intención original.

Volvemos hacia el “Doña Brígida” y nos dirigimos al puente Gudino, de allí hacia “La Papelera”, que dejamos a la izquierda para tomar el camino con dirección a Doñinos. Ascenso tendido que hicimos “intenso” algunos, por aquello de sudar.


Lo siguiente fue continuar derecho por el camino, cruzando la autovía para salir a la N620 y dirigirnos al Hospital Martínez Anido, con el siguiente y consabido ascenso final al Pirulí. Fotos, "traguito" y descenso fulgurante a toda máquina por la carretera de Matilla para dejar a Antonio y Nicolás en Vistahermosa y regresar por el carril bici.  







domingo, 2 de marzo de 2014

LA VIEJA ENCINA



Asisten: Fernando, Anselmo, Paco, Pedro, Héctor, Juan Miguel y José Manuel. ¡Ahhh no! Juanmi no, y luego nos encontramos con Ángel.

Ruta: Doña Brígida, Florida de Liébana, Parada de Arriba, Pino de Tormes, Florida otra vez, Papelera…

Comentarios: Tras 69 mensajes “guasapeados” se fijó la “quedada” en la glorieta del Camino de las Aguas a las 9:45. Como la ruta no se había establecido previamente y al “Capi” no le convencía el trayecto, decidió abandonar la disciplina del grupo y marchó sin dejar “nota”.

El resto decidimos seguir a Anselmo que nos hizo cabalgar “contra viento y marea” durante un buen puñado de kilómetros, eso sí, por asfalto. Y es que la mañana amenazaba con chaparrón, pero poco, y además el sábado también había caído.

Llegados a Florida decidimos ir en dirección a Parada de Arriba que, haciendo honor a su apellido, endurece más la marcha, siempre en cuesta y con el viento racheado castigando. Así que al llegar, nosotros decidimos hacer honor también al nombre, e hicimos una “paradita” para comer esas galletitas que siempre llevamos y alguna pastilla de chocolate por gentileza de Anselmo.

Había que seguir, ahora con dirección a Zarapicos y con el viento azuzando. Llegados al cruce con la finca de Zaratán, Fernando propone hacerle una visita a la “Vieja Encina”. Hicimos alguna foto de todo el grupo: Fernando, Anselmo, Paco, Pedro, Héctor, José Manuel y Juan Miguel (que estaba en espíritu y además no había vuelto a contravenir ninguna decisión en la ruta).

Como la carretera era aburrida, el “Pájaro Ibérico” despertó de su letargo nada más “oler” la frescura del camino y así, abducido por la belleza del entorno, se sumergió en su hábitat natural en busca de aventura. Fueron pocos los kilómetros, pero memorables, atravesando charcos y barrizales, con el ya habitual incidente canino. Y es que en una zona de caserones, varios “canelos” nos saludaron efusivamente, bajo la atenta vigilancia de “El Consigliere”, un pastor alemán negruzco y callado, que enseguida distinguió a nuestro “router” Fernando y con el cual negoció pacíficamente nuestra servidumbre de paso.

Después del incidente quisimos acercarnos a la orilla del río, haciendo amistad con un simpático “mastín”, pero tras indagar buscando la existencia de algún puente cercano que nos permitiera atravesar al otro margen, finalmente decidimos desistir del intento y tomar la carretera hacia Pino de Tormes para regresar de nuevo por Florida, donde se nos apareció un “Ángel” (nuestro compañero de grupo, que deambulaba por la carretera tras los abusos de la “carnavalera” noche del sábado).

Había que añadir una guinda a nuestro fabuloso postre, que no fue otra que la cuesta de la Papelera. No sé que tiene esta cuesta, de tanto subirla parece que hemos ido hundiendo el terreno y cada vez parece más “blandita”.

Algunos aprovechamos para terminar con un lavado de “galgas”, y a comer.