Asisten: Juan Miguel, Pedro, Fernando, Anselmo, Ángel, Paco
y José Manuel.
Ruta: Morille, San Pedro de Rozados, Alto de la Dueña,
Pedrosillo de los Aires, Beleña, Buenavista, Martinamor, Cuatro Calzadas,
Morille.
Comentarios:
Pentágono, Washington DC - 10:30 horas. El satélite Columbus envía
varias alertas a los servicios secretos americanos referentes a la detección de
un enorme “casco azul” merodeando en las inmediaciones del Alto de la Dueña. Se
dispara el plan urgente de contingencias por el riesgo de un ataque de pájaros
en los yacimientos de jamón ibérico de Cuatro Calzadas.
Efectivamente, poco más de una hora antes una escuadrilla de
“Pájaros de la Bici” habían llegado hasta Morille en tres vehículos motorizados.
Algunas de las máquinas habían sido remolcadas en novedosos y extraños
artificios “bamboleantes”.
Tras una primera parada en la que sufrieron un feroz e
intensivo ataque de la molesta “mosca charra”, la escuadrilla afronta con gran
destreza (ver video) la tortuosa ascensión al Alto de la Dueña. Se produce allí
en laborioso “posado fotográfico” con la compañía de un agradable peregrino que
colabora en las tareas de filmación. Pero en ese punto geodésico, el enorme
casco azul equipado con dispositivo GPS de acoplamiento sin duda emite alguna
señal que de inmediato es interceptada por el satélite Columbus y hace
sospechar el ataque a los yacimientos de ibérico del viejo mesón de Cuatro Calzadas.
La escuadrilla de Pájaros, guiados por el router, afronta el
abrupto descenso con elegante técnica (excepto un servidor que iba literalmente
“acojonado”). Después un difícil camino con continuos toboganes les conduce a Pedrosillo
de los Aires y desde allí cruzando la autovía de la Plata para llegar a Beleña:
las sospechas del ataque a los yacimientos de Cuatro Calzadas se confirman. Pero
la escuadrilla de Pájaros también se percata de la detección y tras consultar a
unos “paquianos” opta por bordear la trasera del pueblo en busca de un camino
alternativo, eso sí, de mucha mayor dureza.
Llegada a Buenavista desde la cual los Pájaros toman la “antigua
carretera sin asfaltar” que finalmente queda cortada por una charca, vigilada
astutamente por un par de buitres apostados en las rocas (sin duda miembros de
la defensa enemiga). Hubo que atravesar con sumo cuidado la charca antes de
afrontar una nueva subida que iba diluyendo el camino entre la maleza, bajo el
agradable aroma de una densa plantación de manzanilla.
Finalmente el sendero pareció acabarse, pero el experimentado
router dibuja el trazado en su imaginación, se sube en la “galga”, y comanda la
marcha por “la linde” hasta desembocar de nuevo a un majestuoso camino que les conduce
derechos a Martinamor, donde una fuente
pública de agua sospechosa redime el esfuerzo de los sufridos Pájaros.
Sólo les separan 4 duros kilómetros con aire en contra para
conquistar los yacimientos de jamón ibérico, allí en el viejo mesón de Cuatro
Calzadas. Tres lustrosos platos del preciado “oro rojo” regados por sendas “barrilillas”
de "birra" deshacen el esfuerzo de la escuadrilla, que culmina airosa el descenso
final hacia Morille con la plena satisfacción del deber cumplido.
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